El galgo o lebrel Italiano

Orígenes Históricos

El Galgo Italiano, también conocido como Lebrel Italiano o galgo Piccolo, es el perro más pequeño de su categoría. Su historia se remonta a los galgos representados en las tumbas de los faraones, siendo una de las razas más antiguas, con evidencias de hace seis mil años en una tumba egipcia.

El nombre «Galgo Italiano»  o Galgo enano se popularizó en el siglo XVI en Italia, aunque su origen real se encuentra en el norte de África. Incluso la reina Cleopatra tenía este elegante canino en su compañía.

A lo largo de la Edad Media, el Galgo Italiano se extendió por la cuenca mediterránea y se crió para la caza de liebres. Durante el Renacimiento en el siglo XVI, se convirtió en un favorito de la nobleza italiana.

Desarrollo y Renacimiento

Con el traslado a Inglaterra en el siglo XIX, la raza se extendió por toda Europa gracias a la influencia de la reina Victoria y los criadores ingleses, que le dieron su apariencia actual.

Aunque en el siglo XIX estuvo al borde de la extinción debid

o a transformaciones poco saludables, afortunadamente, a principios del siglo XX, algunos criadores se propusieron recuperar la raza.

Personalidad y Cuidados

El Galgo Italiano es cariñoso, tierno y sensible, además de inteligente, obediente y dócil. Aunque puede ser reservado con extraños, se lleva muy bien con niños, otros perros y hasta con gatos, mostrando gran sociabilidad.

• No es adecuado para niños muy pequeños ni para hogares con perros grandes debido a su personalidad fuerte.
• Es importante manejarlo con cuidado, especialmente en sus primeros 18 meses de vida, ya que es propenso a fracturas y fisuras debido a sus huesos finos.
• Algunos problemas de salud incluyen epilepsia, desórdenes autoinmunes y atrofia progresiva de retina.

Características Físicas

El Galgo Italiano pesa entre 2.7 y 4.5 kilogramos, mide de 32 a 38 centímetros a la cruz y tiene un andar elástico y característico. Es conocido por su longevidad, pudiendo vivir hasta 15 años.

Cuidados y Adaptabilidad

Aunque no requiere mucho ejercicio, disfruta de buenos paseos y carreras. Su pelaje corto y la baja pérdida de pelo lo hacen ideal para personas alérgicas a los perros. Sin embargo, no tolera bien las bajas temperaturas y prefiere ambientes más cálidos.

• Se adapta bien a la vida en la ciudad, pero necesita actividad al aire libre.
• No huele y pierde poco pelo, lo que lo hace adecuado para personas con alergias.
• Requiere abrigo en invierno debido a su sensibilidad al frío.

A pesar de su amor por correr y explorar, también es apto para personas mayores o discapacitadas, adaptándose a una vida más tranquila.